Dirección Will Keen
Traducción, versión y co-dirección María Fernández Ache
Escenografía: Paco Azorín
Reparto:
Alberto San Juan (Hamlet)
Pedro Casablanc (Claudio)
Javivi Gil Valle (Polonio)
Yolanda Vázquez (Gertrudis)
Francisco Pau Roca (Laertes)
Ana Villa (Ofelia)
Pablo Messiez (Horacio)
Reinaldo Antonio Gil (Guildenstern)
Secun de la Rosa (Rosencrantz)
Teatro Naves del Español. Matadero Madrid 20 Junio 2012
Ab:
Vuelvo al Matadero a ver Shakespeare. La última vez fue Tito Andrónico, también con Alberto San Juan. Al igual que entonces, tampoco me ha gustado su interpretación. ¿Pero qué le pasa a este chico? creo que cada vez va a peor. Este Hamlet me ha recordado en ocasiones a Chiquito de la Calzada, lleno de movimientos histriónicos y desacompasados. Pero no me refiero a los instantes en que Hamlet simula locura, sino durante toda la obra. Eso por no mencionar la cojera que llevaba nuestro amigo (¿alguna juerga que acabó mal con Willy Toledo?). A pesar de eso, y por poner algo positivo a Don Alberto, ha tenido algunos monólogos muy buenos, ha transmitido con la voz parte de la emoción de su personaje, lástima que no siguiera los consejos que les da a los bufones en el segundo acto respecto a cómo interpretar.
El resto del reparto también un poco irregular. Polonio, el fiel chamberlain de la corte, la mano derecha del rey: un actor como Javivi no puede quitarse de encima la vena cómica, a la que su tartamudez favorece. Bien es cierto que tuvo alguna escena bastante inspirada. Por su parte Pedro Casablanc me gustó, le dio el carácter adecuado al rey traidor. Las mujeres, Gertrudis y Ofelia, bien las dos. Laertes, un poco forzado, flojillo en mi opinión (al igual que Horacio). Los secundarios Guildenstern y Rosencrantz muy bien, fueron un contrapunto adecuado, la mayor parte de las veces de humor, muy buena la escena del cementerio.
En cuanto a la puesta en escena, me gustó mucho. Me pareció un planteamiento original traer a nuestros días esta obra que, como casi todo en Shakespeare, es intemporal, muestra las miserias humanas tal y como son, hace 400 años al igual que ahora. El escenario estaba bien resulto con una pasarela a lo alto a modo de almena y el espacio abajo abierto. Escenas como la despedida de Laertes al irse a Francia simulando un aeropuerto, o como solucionaron el duelo en el quinto acto fueron unas ideas frescas.
Trama:
La obra transcurre en Dinamarca, y trata de los
acontecimientos posteriores al asesinato del Rey Hamlet (padre del príncipe
Hamlet), a manos de Claudio (hermano del rey). El fantasma del rey pide a su
hijo que se vengue de su asesino.
La obra discurre vívidamente alrededor de la locura (tanto
real como fingida), y de la transformación del profundo dolor en desmesurada
ira. Además de explorar temas como la traición, la venganza, el incesto y la
corrupción moral.
Acto I
La obra comienza una fría noche en Elsinor, el castillo real
de Dinamarca. Un centinela llamado Francisco es relevado por otro hombre
llamado Bernardo. Cuando el primero sale, entra otro centinela llamado Marcelo
acompañado de Horacio. En sus conversaciones descubrimos que el protagonista de
la obra es el príncipe Hamlet de Dinamarca, hijo del fallecido rey. Después de
la muerte del rey, su tío Claudio se casa con la esposa del soberano, la reina
Gertrudis, madre de Hamlet. También relatan el hecho de que Dinamarca tiene una
larga enemistad con Noruega, y una invasión por parte de este último país,
liderada por el príncipe Fortimbrás, se espera.
Los centinelas tratan de convencer a Horacio, quien resulta
ser el mejor amigo de Hamlet, de que han visto al fantasma del rey Hamlet
cuando este se les aparece. Después de oír a Horacio, el príncipe Hamlet decide
ir, por la noche, al lugar de las apariciones para ver al fantasma él mismo.
Polonio es el chambelán del reino; su hijo, Laertes, parte
de viaje a Francia y su hija, Ofelia, es cortejada por Hamlet. Polonio le
advierte a su hija que debe terminar su relación con Hamlet ya que él es el
príncipe y no es el dueño de sus deseos porque estos pueden afectar al Estado.
Ofelia promete obedecer y dejar de ver a Hamlet.
Esa noche el fantasma se le aparece a Hamlet y le informa
que es el espíritu de su padre y que su tío Claudio lo asesinó al verter veneno
en su oído mientras dormía. El fantasma le pide que lo vengue matando a su
homicida. Tras el encuentro, el príncipe duda si el espíritu es el de su padre
y si lo que ha dicho es real.
Acto II
El rey y la reina están muy ocupados tratando de abortar la
invasión liderada por Fortimbrás, a la vez que se preocupan por el
comportamiento errático y cambiante de Hamlet. Claudio decide enviar a dos amigos
de Hamlet (Rosencrantz y Guildenstern) a averiguar la causa de la conducta
extraña de su sobrino. Hamlet los recibe cortésmente pero se da cuenta de que
lo están espiando.
Ofelia se alarma por el comportamiento extraño de Hamlet y
le cuenta a su padre que el príncipe entró en su habitación y se quedó
mirándola sin decir nada. Polonio presume que es un “éxtasis de amor” la causa
de la locura de Hamlet e informa a los reyes.
El actor italiano Ermete Zacconi como Hamlet (1910)
Polonio y el rey Claudio deciden espiar a Hamlet cuando este
le habla a Ofelia pensando que están solos. Ofelia le devuelve unas cartas que
Hamlet le envió, el príncipe se pone furioso y le insiste para que se marche a
vivir a un convento.1
Hamlet continúa dudando si el fantasma le ha dicho la
verdad, por lo que cuando una compañía de actores itinerantes llega a Elsinor
se le presenta una solución. La obra resulta ser una recreación de un
asesinato, por lo que Hamlet le pide a un actor unas leves modificaciones para
que la obra sea una recreación del asesinato de su padre.
Acto III
La corte va a ver la obra y cuando llega la escena del
asesinato del Rey, Claudio se inquieta y se retira del lugar abruptamente, lo
que demuestra la culpabilidad del rey.
Claudio, temiendo por la posible locura de Hamlet, decide
enviarlo a Inglaterra por su propia seguridad. Mientras tanto la reina se reúne
con Hamlet para tratar de comprender su conducta tan rara, mientras Polonio se
oculta detrás de una cortina para espiar y luego contárselo a Claudio.
Hamlet le reprocha a su madre su apresurada boda con
Claudio, cuando escucha un ruido detrás de la cortina y pensando que es el rey
lo apuñala, causando la muerte a Polonio. Luego aparece el fantasma y Hamlet le
habla, pero la reina no puede verlo ni oírlo por lo que determina que el
príncipe está totalmente loco. Finalmente Hamlet se lleva el cuerpo de Polonio
y lo oculta.
Acto IV
Ofelia enloquece y comienza a desvariar y cantar; su hermano
Laertes regresa de Francia con la idea de vengar la muerte de su padre. Claudio
lo convence de que Hamlet tiene toda la culpa de la muerte de Polonio; en ese
momento llega una carta de Hamlet en la que cuenta que su barco con rumbo a
Inglaterra fue atacado por piratas, por lo que ha retornado a Dinamarca después
de ser liberado.
El rey y Laertes organizan un plan: Laertes peleará contra
Hamlet con una espada envenenada para así tener más posibilidades de matarlo.
En caso de que falle, Claudio le ofrecerá a Hamlet una copa de vino con veneno.
En ese momento llega la reina para informar que Ofelia se ha suicidado,
ahogandose en un río.
Los sepultureros exhuman el cráneo de Yorick el bufón, por
Eugène Delacroix c. 1839)
Acto V
Después, dos sepultureros cavan una tumba para Ofelia; es
mientras discuten, cuando llegan Hamlet y Horacio. Uno de los sepultureros
encuentra el cráneo de Yorick, un bufón con el que Hamlet solía divertirse
cuando era niño. Luego llega el cortejo fúnebre de Ofelia encabezado por
Laertes.
En Elsinor, Hamlet se reúne con Horacio y le cuenta cómo
encontró una carta de Claudio en la que ordenaba que cuando Hamlet llegara a
Inglaterra, lo mataran, por lo que Hamlet la modificó pidiendo que se dé muerte
a Rosencrantz y Guildenstern; en ese momento, un cortesano llamado Osric llega
y le informa sobre el duelo con Laertes. En el duelo, Laertes hiere con su
espada envenenada a Hamlet pero el príncipe sigue luchando, luego surge un
intercambio casual de espadas y termina hiriendo Hamlet a Laertes con su propia
espada envenenada . La reina Gertrudis muere al beber el vino envenenado.
Laertes confiesa a Hamlet que la trampa del vino fue ideada
por el rey. Hamlet, encolerizado, por fin logra herir al rey y le hace beber de
su propio veneno, cumpliendo finalmente la venganza que el fantasma de su padre
anhelaba. Hamlet, antes de morir, le pide a su fiel amigo Horacio que cuente la
verdad sobre lo sucedido y que se declare al príncipe Fortimbrás heredero del
trono, el cual se presenta en la sala en medio del espectáculo de tantas
muertes.
La obra termina con la entrada en la corte de Fortimbrás,
quien ofrece un funeral militar en honor a Hamlet.
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