viernes, 16 de noviembre de 2012

L´elisir d´amore




De Donizetti

Director de escena: Mario Gas
Director de escena adjunto: José Antonio Gutiérrez
Escenógrafo y figurinista: Marcelo Grande
Iluminador: Joaquín Gutiérrez
Dirección Musical: Daniele Callegari

Reparto:
Nicole Cabell: Adina
Javier Camarena: Nemorino
Àngel Òdena: Belcore           
Simone Alberghini: Dulcamara           
Eliana Bayón: Giannetta

El Liceu, Barcelona 16 Noviembre 2012

L'elisir d'amore) es una ópera cómica en dos actos con música de Gaetano Donizetti y libreto en italiano de Felice Romani, basado en el libreto Le philtre (1831) de Eugène Scribe para la ópera de Daniel-François Auber.

Argumento:


Lugar: un pequeño pueblo en el País Vasco francés.
La edición inglesa de Schirmer de la partitura afirma que la acción tiene lugar "en una pequeña localidad italiana"
Tiempo: finales del siglo XVIII

Acto I

Esta ópera cómica comienza con Nemorino, un joven campesino melancólico e ingenuo, enamorado de Adina, una bella terrateniente, quien atormenta a Nemorino con su indiferencia. Cuando Nemorino oye a Adina leyendo a sus trabajadores la historia de Tristán e Isolda, está convencido de que una poción mágica le conseguirá el amor de Adina. Tiene miedo de que ella ame al sargento Belcore, que se da demasiada importancia, quien aparece con su regimiento e inmediatamente propone matrimonio a Adina en frente de todo el mundo. 

Aparece un charlatán, el doctor Dulcamara, quien vende una botella que lo cura todo. Desesperado, Nemorino le pide inocentemente si tiene algo parecido a la poción amorosa de Isolda. Dulcamara dice que sí, y Nemorino le compra el misterioso elixir que vende el doctor Dulcamara, con un precio que es igual al dinero que tiene Nemorino en sus bolsillos.



Se trata, de hecho, de vino de Burdeos, cosa que ignora Nemorino. Y, para lograr escaparse a tiempo, Dulcamara le dice a Nemorino que la poción no tendrá efectos hasta el día siguiente. Nemorino lo bebe y siente sus efectos inmediatamente. Animado por el "elixir", Nemorino se encuentra con Adina y aunque ella bromea con él sin piedad, la audiencia siente que la atracción podría ser mutua, si no fuera por la petición de matrimonio del impresionante y pomposo sargento. 

De hecho, su boda se ha fijado para dentro de seis días. La confidencia de Nemorino en que al día siguiente él ganará a Adina gracias al elixir, hace que él actúe con indiferencia hacia ella. Este hecho irrita todavía más a Adina, pero ella intenta ocultar sus sentimientos. 

Por despecho, anuncia su casamiento inminente con Belcore, pues él ya ha recibido órdenes de que debe embarcar al día siguiente. Tanto Adina como el Sargento advierten la reacción de Nemorino ante esta noticia, el Sargento con resentimiento y Adina con desesperación. Nemorino siente pánico, por supuesto, y desesperado, pide ayuda a Dulcamara.

Acto II

La fiesta de la boda de Adina puertas afuera está en pleno auge. Allí está el doctor Dulcamara, e interpreta una canción con Adina para entretener a los invitados. Llega el notario para hacer oficial el matrimonio. 

Adina está triste al ver que Nemorino no ha aparecido. Todo el mundo entra para firmar el contrato de matrimonio. Pero Dulcamara permanece afuera, sirviéndose bien de bebida y comida. Nemorino aparece, habiendo visto el notario, se da cuenta de que ha perdido a Adina. Al ver el doctor, frenéticamente le ruega una nueva dosis del elixir milagroso que acabe de decidir a Adina, un elixir que actúe de forma inmediata.Pero como no tiene dinero, el doctor lo rechaza, desapareciendo dentro. 

Sale el Sargento, solo, preguntándose en alto por qué Adina de repente ha retrasado la boda y la firma del contrato. Nemorino ve a su rival, pero es incapaz de hacer nada. El sargento pregunta sobre la tristeza de Nemorino. Cuando Nemorino le dice que no tiene dinero, Belcore inmediatamente sugiere que si se alista en el ejército como soldado, él le pagará inmediatamente. Presenta un contrato, que Nemorino firma (con una X) a cambio de veinte escudos que Belcore le entrega en ese mismo momento y lugar. Nemorino privadamente jura ir corriendo donde Dulcamara para más poción, mientras Belcore se imagina que se ha librado fácilmente de su rival enviándole a la muerte.


Más tarde, esa misma tarde, las chicas del pueblo cotillean que Nemorino ha heredado una gran fortuna de su fallecido tío, sin que él lo sepa. Ven a Nemorino, quien claramente ha gastado el dinero militar y ha comprado y consumido una gran cantidad de "elixir" (de nuevo vino) del doctor Dulcamara. Las mujeres lo persiguen, lo cual el chico atribuye a la eficacia milagrosa del elixir. Adina ve a Nemorino en un estado de ánimo alegre y, al verlo rodeado de mujeres y atrapado en el júbilo que le proporcionó el "elixir", se siente descorazonada al creer que él la ha olvidado. Se encuentra con el doctor Dulcamara y le pregunta qué le ha pasado. Entonces, Dulcamara, sin saber que Adina es el objeto de los afectos de Nemorino, le explica que logró engañar a Nemorino con la historia del elixir y que ha vendido su libertad para conseguir más dinero para éste, gastándose hasta el último penique en el elixir. 

En este momento, Adina reflexiona sobre lo cruel que ha sido siempre con el chico y comprende, finalmente, cuánto la amaba, y se enternece por la fidelidad y la pasión del muchacho. Dulcamara interpreta este comportamiento como algún tipo de condición que requiere una cura con alguna de sus pociones.



Se marchan. Nemorino aparece solo, pensativo, reflexionando sobre una lágrima que él vio en los ojos de Adina cuando él la ignoró antes. Basándose solo en esa lágrima, queda sinceramente convencido de que Adina lo ama. 




Ella entra, preguntándole por qué ha elegido servir en el ejército y abandonar la ciudad. Cuando Nemorino dice que está buscando una vida mejor, Adina le responde diciendo que él es amado, y que ella ha comprado su contrato militar del sargento Belcore. Ella ofrece el contrato cancelado a Nemorino, pidiéndole que lo tome. Él es ahora libre. Ella dice, no obstante, que si se queda, nunca más estará triste. Conforme él coge el contrato Adina se vuelve para salir. Nemorino cree que ella esta abadonándolo y corre desesperado, jurando que si no es amado, si el elixir no ha funcionado y el doctor lo ha engañado, entonces él bien podría marcharse y morir como soldado. Adina lo detiene y confiesa que ella le ama. Nemorino está feliz. Adina le ruega que la perdone por haber bromeado con él. Él lo hace con un beso.

El sargento regresa, y ve a los dos abrazados. Adina le dice que ella ama a Nemorino y deshace su compromiso. El sargento se toma bien la noticia, y responde que hay muchas otras mujeres en el mundo, y tiene a su alcance todas las mujeres que quiera. Dulcamara empaqueta sus cosas y asoma por una puerta, y declara que toda la situación es debido a su prodigiosa poción mágica, y que será feliz de proporcionar elixir para la siguiente conquista del sargento. Se ha reunido un grupo de gente, y todos están de acuerdo en que el elixir ha funcionado, todos corren a comprar botellas del «elixir amoroso» y se unen en un cariñoso adiós al doctor.

Mb

Hacía meses que teníamos las entradas y por un problema con el equipaje en el aeropuerto del Prat, llegamos por los pelos a ver una de mis óperas favoritas desde siempre.

Sin destacar especialmente ni por el montaje ni por las voces, en conjunto me ha gustado mucho, y me he divertido. Original sí, el cierre de la representación, en el que parte de los cantantes repartieron botellitas con el elixir de amor entre el público de la platea.

Silencio absoluto en el Liceu para escuchar La Furtiva Lágrima, el aria más famosa de L'elisir d'amore y una de las más populares de la historia de la Ópera. Bien interpretada por Camarena, pero sin llegar a emocionar.

Bonita voz de la soprano Nicole Cabell, si bien, con poca fuerza. En una de las piezas que canta con Camarena a ella no se le oye nada. 





jueves, 15 de noviembre de 2012

Il Prigionero/Suor Angelica



IL PRIGIONIERO
Luigi Dallapiccola (1904-1975)  
SUOR ANGELICA
Giacomo Puccini (1858-1924)

Director musical     Ingo Metzmacher
Director de escena    Lluís Pasqual
Escenógrafo    Paco Azorín
Figurinista    Isidre Prunés
Iluminador     Pascal Mérat
Director del coro    Andrés Máspero
Maestros repetidores    Riccardo Bini, Mack Sawyer
Asistente del director musical    Arnaud Arbet
Asistente del director de escena    Leo Castaldi

Reparto de Il Prigioniero

La madre     Deborah Polaski (soprano)
El prisionero    Vito Priante (bajo-barítono) 
El carcelero / El gran Inquisidor    Donald Kaasch (tenor)
Primer sacerdote    Gerardo López  (tenor)
Segundo sacerdote    David Rubiera (barítono)
        
Reparto de Suor Angelica
Suor Angelica, Veronika Dzhioeva (soprano) 
La tía princesa    Deborah Polaski (soprano)
La abadesa    María Luisa Corbacho (mezzosoprano)
La hermana celadora    Marina Rodríguez-Cusí (mezzosoprano)
La maestra de las novicias    Itxaro Mentxaka (mezzosoprano)
Suor Genovieffa    Auxiliadora Toledano (soprano)
Suor Osmina    Maira Rodríguez* (soprano)
Suor Dolcina    Rossella Cerioni*(soprano)
La hermana enfermera    Anna Tobella (mezzosoprano)
Primera medicante    Sandra Ferrández (soprano)
Segunda medicante    Maite Maruri (soprano)
La novicia    Legipsy Álvarez* (soprano)
Primera conversa    Debora Abramowicz* (soprano)
Segunda conversa    Carolina Muñoz* (mezzosoprano)
Soprano sola    Esther González*

*Miembros del Coro Titular del Teatro Real

Teatro El Real, Madrid 15 Noviembre 2012
    
Argumento Il prioginero

Prólogo

Al abrirse el telón se ve a la Madre junto a su hijo dormido, narrando en voz alta el sueño que tiene todas las noches: una figura terrible avanza hacia ella, sin que pueda hacer nada por evitarlo. Por sus rasgos, el espectro es el rey Felipe II de España, el amo de la Tierra. Al final del sueño, el rostro del rey siempre se transmuta en el de la mismísima muerte.

Acto Único

Mazmorra subterránea del Tribunal del Santo Oficio en Zaragoza. El Prisionero tumbado en un camastro y la Madre junto a él. El hijo le cuenta que días atrás, el Carcelero se había dirigido a él con la dulcísima palabra de “Hermano” y que esa palabra le había dado fuerzas para seguir manteniéndose con vida, a pesar de las innumerables torturas a las que estaba siendo sometido. El Carcelero entra en la mazmorra y la Madre se despide de su hijo, sabiendo ambos que ésa será la última vez que se vean.
En medio del silencio y la soledad, el Carcelero le repite la palabra “Hermano”, añadiendo otra nueva “Espera”. Casi en un susurro, el Carcelero informa al Prisionero que, allá lejos, en Flandes, ha estallado una revuelta y que los Mendigos, surcando los ríos en sus blancos veleros, están liberando una tras otra las ciudades flamencas. El rey Felipe y su Inquisición están retrocediendo ante el avance imparable de las fuerzas liberadoras, y muy pronto se oirán repicar las campanas de Gante anunciando la expulsión de los españoles. Así mismo el Carcelero le dice que hay alguien que vela por él y que la ansiada libertad está cerca. El Prisionero cambia la expresión de su desdichado rostro por otra de iluminada alegría, al haberle devuelto el Carcelero la esperanza.
Una vez que el Carcelero se ha marchado, el Prisionero piensa que ha sufrido una alucinación, pero se sobrepone y dirigiéndose a la puerta de la celda la encuentra abierta. Se arrodilla dando gracias a Dios y pidiéndole que le conceda la fuerza necesaria para escapar de allí. Ha salido de la celda cuando aparece el Verdugo que pasa a su lado sin verlo; sigue avanzando cuando se encuentra con los dos Sacerdotes que también pasan de largo sin advertirlo. Un soplo de aire fresco le indica, en las tinieblas, que la salida está cerca. Cuando logra salir a la oscuridad de la noche, se oye el tañido de las campanas ¡Felipe ha caído!
Al fin libre, el Prisionero sale al exterior exultante de alegría y, en un gesto que es un impulso de amor hacia toda la humanidad, abre los brazos para abrazar a un enorme cedro que preside el centro del patio. Desde detrás del cedro aparecen dos brazos como si quisieran devolverle el abrazo; son los brazos del Inquisidor General, que no es otro sino el Carcelero. Cuando el Inquisidor pronuncia dulcemente la palabra “Hermano”, el Prisionero comprende horrorizado, que la esperanza es la más atroz de todas las torturas que ha sufrido.
La hoguera está preparada, y mientras un coro de monjes reza en latín, el Inquisidor General, su Carcelero, lo anima tiernamente a que se entregue a las llamas para poder así alcanzar la libertad definitiva.




Argumento Suor Angelica

La acción de la obra transcurre en un convento de monjas italiano cerca de Siena en la segunda parte del siglo XVII.

La ópera se abre con escenas que muestran los aspectos típicos de una vida en el convento — todas las hermanas cantan himnos, todo el mundo se reúne para divertirse en el patio. Las hermanas se alegran porque, como explica la maestra de las novicias, esta es la primera de las tres tardes que cada año el sol poniente alcanza a la fuente y vuelve dorado su agua. Este acontecimiento hace que las hermanas recuerden a aquella hermana que ha muerto, Bianca Rosa. La Sor Genoveva sugiere que echen algo del agua dorada sobre su tumba.

Las monjas entonces hablan de sus deseos — hay quien entiende que cualquier deseo está mal, pero Sor Genoveva confiesa que ella desea ver de nuevo corderos debido a que ella solía ser pastora de muchacha, y Sor Dolcina desea algo bueno para comer. Sor Angélica dice que ella no tiene ningún deseo, pero tan pronto como lo dice, las monjas empiezan a cotillear. — Sor Angélica ha mentido, porque su verdadero deseo es saber algo de su familia, rica, noble, de la que ella no ha oído nada en siete años. Según los rumores, la enviaron al convento como un castigo. Sor Angélica vive en un exilio lamentable por órdenes de su familia, que desaprobó su relación extramatrimonial, que trajo como consecuencia un hijo. Ella añora al hijo desconocido y odia a la tía causante de su encierro. Sor Angélica se dedica al cuidado de las flores.
La conversación se ve interrumpida por la hermana Enfermera, quien ruega a Sor Angélica que haga un remedio de hierbas — la especialidad de Sor Angélica. Llegan provisiones al convento, así como noticias de que un gran carruaje está esperando en la parte exterior del convento. Sor Angélica inmediatamente se pone nerviosa y triste, pensando con acierto en que alguien de su familia ha venido a visitarla. La abadesa riñe a Sor Angélica por su inadecuada excitación y luego se marcha a anunciar a la visitante, la princesa, tía de Sor Angélica.

La princesa explica que su otra sobrina, la hermana menor de Sor Angélica, va a contraer matrimonio, algo que era casi impensable tras el escandaloso embarazo de Sor Angélica. Trae consigo un pergamino que Sor Angélica debe firmar renunciando a su herencia. Se trata de un testamento en el que se dividen los bienes de la familia. Sor Angélica replica que ella se ha arrepentido por su pecado, pero que hay una cosa que no puede ofrecer en sacrificio a la Virgen, ella no puede olvidar la memoria de su hijo ilegítimo que le quitaron hace siete años. La princesa rechaza hablar, pero finalmente tiene palabras inmisericordes para su sobrina: su hijo murió de fiebre hace dos años. Sor Angélica, desolada, firma el documento y se desmaya, entre lágrimas. La princesa se marcha.

A solas, en las sombras del atardecer, evoca tiernamente a su hijito en una desolada plegaria. Se ve atrapada por una visión celestial — cree oír a su hijo llamándola para encontrarlo en el Paraíso.
En un momento de exaltación, se hace una poción y la bebe, pero al darse cuenta que ha cometido suicidio, y que por ser un pecado mortal no podrá ver a su hijo en el más allá, presa de arrepentimiento, pide clemencia a la Virgen y, cuando muere, ve un milagro: todo lo que la rodea se transforma en una visión mística y consoladora, coronada por la presencia de la Virgen María y de su propio hijo, que se llevan a la monja al cielo.



Mb

30 años separan las 2 obras, y las 2 tratan el tema de la reclusión. En el caso de la primera, política y en la segunda, religiosa. Me ha gustado mucho más Suor Angelica que Il Prigionero. Al final, Puccini es Puccini y me ha provocado esa sensación del vello de punta en el Senza mamma. Muy bien interpretado. Aquí dejo una versión de otra soprano, Miriam Gauci.











 

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Concierto inauguración del curso académico 12/13 de la Escuela Sup de música Reina Sofía


Interpretes:  Orquesta Sinfónica de la Escuela Superior de música Reina Sofía
Director: Pablo González
Solista: Pallavi Mahidhara, piano

Auditorio Nacional de Música
Madrid, 14 Noviembre 2012


Programa:

Sergei Prokofiev  (1891-1953)

Concierto para piano núm.3 en do mayor op.26 

Andante-Allegro
Tema con variazioni
Allegro, ma non troppo 

Piotr Tchaikovsky (1840-1893) 

Sinfonía núm.5 en mi menor op.64

Andante-Allegro con anima
Andante cantabile, con alcuna licenza
Valse: Allegro moderato
Finale. Andante maestoso-Allegro vivace


Mb

Día de Huelga General en España pero el concierto se mantuvo. Se trataba de la inauguración del curso académico de la Orquesta de la Escuela Superior de Música. Son estudiantes y se nota, pero en conjunto no estuvo mal. Exceso de entusiasmo en algunas piezas.

En cualquier caso, reconfortante, que con el caos general que estamos viviendo en este país, y el pesimismo que lo invade todo, tengamos reductos donde el arte nos haga olvidarnos de todo, aunque sea por un par de horas. 

La que más me gustó es la solista al piano, Pallavi Mahidhara.



Nació en Austin (Estados Unidos), en 1987. En 1997 inició sus estudios en el Instituto de Música de Chicago con el profesor Emilio del Rosario. En 1999 amplió su formación en la Escuela de Música Levine (Washington) con Julián Martín y en 2005 ingresó en el Instituto de Música Curtis (Filadelfia), donde recibió clases del profesor Ignat Solzhenitsyn.

Desde el curso 2010-2011 es alumna de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, en la Cátedra de Piano Fundación Banco Santander, con el Profesor Titular Dimitri Bashkirov. Disfruta de Beca de Matrícula Accenture. En junio de 2012 recibió de manos de Su Majestad la Reina la Mención de Alumna más Sobresaliente de su cátedra. Ha recibido clases magistrales de Homero Francesh y Menahem Pressler.

Ha tocado con numerosas orquestas como las filarmónicas de Johannesburgo y Ciudad del Cabo, la Orquesta Nacional de Asturias o la Sinfónica Nacional de Washington, entre otras.
Como alumna de la Escuela, forma parte del Grupo Brahms de El Mundo, bajo la tutela de la Profesora Márta Gulyás.






miércoles, 7 de noviembre de 2012

Doña Perfecta

Doña Perfecta

De Benito Pérez Galdós

Versión y Dirección: Ernesto Caballero
Escenografía: José Luis Raymond
Iluminación: Paco Ariza
Vestuario: Gema Rabasco
Videoescena: Álvaro Luna
Caracterización: Vicky Marcos
Ayudante de Dirección: Víctor Velasco

Reparto: 

José Luis Alcobendas: Don Cayetano
Diana Bernedo: María Juana de Troya
Lola Casamayor: Doña Perfecta
Israel Elejalde: Pepe Rey
Karina Garantivá: Rosario
Miranda Gas: Pepita Troya
Alberto Jiménez: Don Inocencio
Jorge Machín: Jacintito
Toni Márquez: Caballuco
Paco Ochoa: Licurgo
Belén Ponce de León: Remedios
Vanessa Vega: Florentina Troya

Teatro María Guerrero, Madrid 7 Noviembre 2012

Argumento: 


Todo empieza cuando Doña Perfecta y su hermano deciden que sus hijos se casen. Pepe va a visitar a su tía y a su prima a Orbajosa, ciudad donde viven. Ésta es una ciudad sin vida intelectual, con una economía no muy buena. Pero todo sale a pedir de boca; al conocerse, Rosario y Pepe se causan buena impresión mutuamente y se quieren casar. Aquí es donde se centra la novela de Benito Pérez Galdós.

Más tarde, en la cena, Inocencio, el penitenciario, pregunta a Pepe qué le parece la ciudad y Pepe le contesta sinceramente lo que piensa; sus palabras son una invitación al combate que se entabla entre Pepe y el penitenciario. 



Pepe se va metiendo cada vez más en una situación imposible y cae en la trampa que le está preparando Inocencio: éste está en contra de Pepe porque su sobrina, Remedios, quiere casar a su hijo Jacinto con Rosario.

Doña Perfecta, tras oír varias conversaciones, se pone en contra de Pepe y encierra a su hija Rosario en su cuarto porque ya no quiere que se case con ella y por medio de influencias quiere hacerle la vida imposible a Pepe para que se vaya de Orbajosa. 



Pepe estuvo a punto de irse de Orbajosa, pero se enteró de que su amor hacia Rosario era correspondido y se quedó para poder liberarla y casarse con ella. Pepe trama un plan, pero María Remedios decide espiarlo y descubre que va a tener un encuentro con Rosario. María Remedios avisa a Doña Perfecta, ésta baja a la huerta y ve que es verdad; entonces, manda a Caballuco a matar a Pepe y le mata.

Rosario acaba en un asilo de locos, Inocencio decide marcharse a Roma después de todo lo ocurrido y Doña Perfecta gasta todo su dinero en fundaciones religiosas.



“Esto es todo cuanto puede decirse de las personas que parecen buenas y no lo son”. Así de contundente sella Galdós una de las novelas más polémicas del Siglo XIX en España. Y así es “Doña Perfecta”, una aplastante crítica a la hipocresía.

Mb

Magnífica. Realmente estupenda esta adaptación de la novela de Galdós. Ya el texto es de una calidad y de una vigencia extraordinaria. 

Un retrato de una sociedad intolerante y opresora. Sobre la intromisión en la vida de los demás bajo el paraguas de la moral y las buenas costumbres. La sociedad de las apariencias, donde todos atentan contra esa moral, pero sin que se sepa. Muy vigente también el deseo de Orbajosa de mantener su propio estatus frente al gobierno de la nación. 

Me ha gustado de la escenografía que mezcla el vestuario moderno con el de época, supongo que para representar precisamente la atemporalidad del texto. 

Está fantástico Alberto Jiménez como don Inocencio. Sobre todo en la primera parte en la que las réplicas a Pepe durante la cena no tienen desperdicio. 

Muy bien también la actuación de Lola Casamayor como Doña Perfecta. Con mucha fuerza y carácter en las escenas de máxima tensión. Me ha gustado Israel Elejalde en el papel de Pepe. Y dentro de los papeles principales, la que me ha parecido floja es Karina Garantivá como Rosario. 

Mención especial, a nivel personal, para el personaje de Caballuco. 


sábado, 3 de noviembre de 2012

IV Ciclo de Solistas PluralEnsemble 2012-2013



Intérpretes
Soprano: Joo Cho
Barítono: Roberto Abbondanza
Piano: Duncan Gifford





Fundación BBVA
Palacio del Marqués de Salamanca
Paseo de Recoletos, 10
Madrid

3 Noviembre 2012


Programa:

Luigi Dallapiccola (1904- 1975)
Quattro liriche di Antonio Machado

Goffredo Petrassi (1904- 2003)
Tre liriche

Alban Berg (1885-1935)
Sieben frühe Lieder

Filippo del Corno (1970)
Tre lettere di Aldo Moro

Robert Schumann (1810- 1856)
Ich bin dein Baum, op. 101 nº. 3
Liebhabers Ständchen, op. 34 nº. 2
In der Nacht, op. 74 nº. 4
Unterm Fenster, op. 34 nº 3